Ella lo mira y siente un pequeño cosquilléo en su barriga, es la primera vez que lo ve tan detenidamente porque ya había tenia unos tropiezos con él pero no se había percatado de su hermosura y carisma. Su nombre es José y siente que le gusta. La conversación no pudo ser más perfecta y fluída, lo raro de eso es que hablan de futlbol algo que a ella le gusta y a él le facina. Días después se encuentran y se hablan como si fueran grandes amigos desde siempre y ella piensa que no pueden ser más perfectos esos momentos, hasta que un día cualquiera se cruzan por esas casualidades de la vida, pero José no estaba solo, venía acompañado de su novia y ella lo pensó así, su novia, porque caminaban de la mano como dos invulnerables enamorados. Todas las ilusiones fabricadas durante mas o menos un mes se derrumbaron en tan sólo un minuto. ¡No puede ser! exclamó en su cabeza totalmente confundida por sus sentimientos encontrados de culpa, pena y odio, su ritmo cardiaco se aceleraba cada vez más y pensaba que caería al cemento. Lo peor de todo es que a su novia también la conocía es por eso el sentimiento de culpa que le afloraba cada vez que lo veía. Lo frustrante de eso es que se siguieron hablando pero las intensiones de ella cambiaron rotundamente, -solo como amigos- pensaba siempre que le dirigía la palabra, todo surgía naturalmente, se fueron de paseo juntos como buenos amigos y la situación se puso de un tono gris. Pasaronn cosas que no deberían haber pasado, pero ella no se arrepiente de nada. Despúes de eso la relación siguió totalmente igual, siguen viéndose sólo como amigos, se juntan, se toman una cerveza, se fuman un cigarro y todo como si nada hubiese pasado. -¿Lo quiero? es que me hace sentir tan bien que no puedo evitar sentir algo por él- pensaba eso siempre que se despedía y se preguntaba siempre lo mismo cada vez, si lo volvería a ver despues de todo.
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